En el marco de los 45 años de La Noche de los Lápices y respetando el protocolo sanitario vigente se realizó un acto en la Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano, destinado a las dos burbujas en las que se encuentra organizada la actividad escolar, los días 16 y 17 de septiembre en el Patio Rojo de 1er piso.

Organizada por el Centro de Estudiantes (CEMB) junto a la Comisión de Derechos Humanos de la Escuela, la actividad en memoria de las y los estudiantes desaparecidos/as del Belgrano, contó con el acompañamiento musical de les profesores Laura Nycz, Exequiel Scoccia; y de las voces de Lara Rencini 5to CN2, Florencia Helman 6to CN1 y Nicolás Agustín Godoy 6to CN1.

Se encontraron presentes la Directora de la ESCMB, Prof. Andrea Marinelli; la Vicedirectora Académica, Prof. Silvana Durilén; y el Vicedirector Administrativo, Lic. Esp. Martín Fogliacco.

 

A continuación, el documento que se leyó en el marco del acto:

El 16 de septiembre de 1976 sucedió el lamentable episodio conocido como la «noche de los lápices», donde la última dictadura cívico militar y eclesiástica secuestró y torturó a diez estudiantes en la ciudad de La Plata, 6 de los cuáles hoy siguen desaparecides.

Hoy a 45 años, la Comisión Interclaustro de DDHH, recuerda esta fecha. No la transitamos como la conmemoración de un estéril y solemne momento histórico, sino como uno de esos días donde nos damos un espacio para repensar y reflexionar el lugar que ocupamos la juventudes en las militancia por una sociedad mejor, como protagonistas en las conquistas y ampliaciones de derechos, porque como hace 45 años esos estudiantes, militantes, luchaban por el boleto estudiantil y luchaban por la defensa de la educación pública.

Hoy, les jóvenes, nos movilizamos también con objetivos parecidos: el caso de los 27

estudiantes judicializades en la toma del pabellón argentina en el año 2018, causa que en breve se llevará a juicio, nos preocupa profundamente, porque una vez más se intenta disciplinar y censurar el derecho que tenemos todes a protestar. Cuando les jóvenes como colectivo no estamos de acuerdo con lo que está pasando en nuestra sociedad tenemos el derecho y el deber de hacerlo saber porque elegimos ser protagonistas de nuestra época.

La importancia que tiene el pasado en la elaboración de miradas críticas sobre el presente interpela a la escuela y a su comunidad, nos propone el ejercicio constante de preguntarnos acerca de lo colectivo y de lo común.

La memoria de una comunidad primero, y de un pueblo más tarde, se torna herencia simbólica que permite elaborar y resignificar los hechos históricos y sus lazos con nuestra cultura y nuestro presente.

Históricamente, la Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano se ha comprometido en la defensa por los derechos humanos, acompañando los procesos que se tejen en las redes de la sociedad e involucran a las diferentes voces de las luchas contemporáneas, siempre en una apuesta por la vigencia de esos derechos en la actualidad.

Hoy como hace 45 años, nos movilizamos para construir la mejor versión de la sociedad que queremos. La memoria nos hace reconocer y tomar el mejor rumbo y las juventudes son las deciden seguir esos pasos.

Las juventudes y la memoria construyen futuro.