Valentino Blas Correa, de 17 años de edad, fue asesinado en la madrugada del jueves 6 de agosto, en la ciudad de Córdoba. Blas se desplazaba en el asiento trasero de un automóvil, en compañía de amigxs, compartiendo con ellxs una salida recreativa, en un contexto de pandemia global a raíz de la propagación del COVID-19; situación que ha puesto a los cuerpos en tensión e interpelado la salud integral de todxs, arrojando principalmente a lxs jóvenes y niñxs a una mayor exposición de vulnerabilidad física y psíquica. El balazo que lo mató ingresó por la luneta del vehículo y provino, hasta donde se ha difundido públicamente, de la pistola reglamentaria de un policía de la Provincia de Córdoba. El autor del disparo habría sido un agente policial en servicio, ahora imputado por homicidio agravado.

Valentino Blas Correa era estudiante del último año de la escuela secundaria y atravesaba este tiempo de “continuidad pedagógica”, como define la Res. Nº 363 del Consejo Federal de Educación. Blas tenía una vida por delante. Le pegaron un tiro por la espalda. Herido, se le habría negado asistencia médica en un reconocido sanatorio privado de la capital provincial.

Se difunde en los medios de comunicación de la ciudad de Córdoba que “murió un adolescente”. Ciertamente, Blas murió, pero parece que fue asesinado por un agente del Estado, instruido y promocionado por una institución estatal. No se trata de una muerte natural, sino de una ejecución deliberada por parte de una fuerza de seguridad del Estado. Tampoco se trata de un acto aislado, cuya responsabilidad individual pueda alojarse exclusivamente en los límites del sujeto, sino que deviene en homicidio por parte de un miembro de la fuerza policial, cuya responsabilidad no puede analizarse sin atender a la función social y política de esta agencia. Se dice que la escena del crimen fue adulterada, presuntamente también por funcionarios públicos. El auxilio médico que se le negó podría haberle salvado la vida. Los datos disponibles configuran un marco de reiteradas, sucesivas y sistemáticas violaciones a los derechos de las niñas, niños y adolescentes.

La Comisión de Derechos Humanos de la Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano expresa su profunda consternación por la muerte de Valentino Blas Correa y por las circunstancias en las que ocurrió su deceso, haciendo llegar su afecto y solidaridad a sus familiares. Asimismo, esta Comisión exige:

  1. al Ministerio Público Fiscal y al Poder Judicial de la Provincia de Córdoba el esclarecimiento riguroso y pronto de los hechos;
  2. al Ministerio de Seguridad la revisión/modificación urgente y profunda de los lineamientos de formación y capacitación de las fuerzas de seguridad como así también de sus prácticas;
  3. a las empresas y agencias de comunicación velar por el respeto a la dignidad de Blas en la producción y difusión de noticias apelando a la ética profesional;
  4. y a la Junta Directiva del Consejo de Médicos la dilucidación de la responsabilidad profesional que pudiera caber en el marco de la vigencia de la Ley 4853.

 

Comisión Interclaustro de Derechos Humanos

 Esc. Sup. de Comercio Manuel Belgrano

Agosto 2020

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