Durante algunas semanas de enero y febrero, se estuvieron rodando en nuestra Escuela escenas de la serie “Metro Veinte”, que narra las vivencias de una adolescente en silla de ruedas y su sexualidad, en un contexto de escuela secundaria y de lucha por la implementación de la ESI. El equipo de Radio Zeppelin entrevistó a las co-guionistas y co-directoras, María Belén Poncio y Rosario Perazolo Masjoan.

 

Estamos presenciando el rodaje, algo inusual en nuestra Escuela. ¿Cómo lo están experimentando ustedes?

María Belén Poncio: Muy bien. Agradecemos mucho al colegio por habernos dado esta oportunidad, la verdad que es una locación increíble. No sólo por la arquitectura, que visualmente se ve muy bien, sino también por todo lo que representa en cuanto a la militancia y demás. Es un lindo lugar para contar esta historia donde justamente se empieza a formar un grupo del centro de estudiantes que empieza a luchar por Educación Sexual Integral y cómo van conquistando eso, enfrentando a las autoridades que en principio se resisten, hasta que lo logran. En esta historia la protagonista está en silla de ruedas, llega a este nuevo colegio, y conoce nuevas ideas, distintas personas que empieza a conocer. Eso la hace cuestionarse a ella misma, empieza una búsqueda de su propia identidad y sexualidad en paralelo a esta cuestión política. Así que bueno, nos pareció un lindo lugar, si bien sabemos que ya está mucho más avanzado en lo que cuenta la historia, hay un montón de otros colegios en los que está sucediendo esto que estamos contando, y nos parece muy importante poder retratar esa lucha y esa búsqueda de derechos y de información que es súper necesaria, en la adolescencia, sobre todo.

En un contexto histórico tan importante donde las reivindicaciones están a flor de piel, ¿cómo surge el proyecto, la idea de poder llevar esto a cabo?

Rosario Perazolo Masjoan: Nace de un encuentro de Ezequiel Lenardón, que es el productor, conmigo. Él siempre con la idea de dar un espacio a algo que se ve que muchas veces no se habla. Ahí se suma Belu al proyecto y entre los tres pensamos la idea de hablar del orgullo y la discapacidad. La discapacidad siempre está asociada a cosas muy nefastas, o muy tristes. Entonces, nos parecía interesante posicionar un personaje en un lugar donde no estamos acostumbrados y acostumbradas a verlo, que es un secundario, con deseos de una adolescente. De su sexualidad, de querer vivir, de querer divertirse. Todo esto en una era en la que, gracias a la lucha feminista, se están reivindicando y cuestionando identidades. Nos parecía super importante darle un espacio, una imagen y una voz a una partecita también de esa identidad. Que no es todo, pero es una parte.

Particularmente, ¿cómo ha sido el proceso de co-guionar, y ahora codirigir?

MBP: Empezamos escribiendo juntas en un principio, intentando darle forma, generando el espacio para que Ro pudiera compartir cosas que le habían pasado a ella. En base a esas experiencias fuimos creando otros mundos en los que también otras personas como Elisa Gagliano, Ivana Galdeano, Gabriela Vidal, Javier Correa Cáceres y Greta Molas también estuvieron en distintas partes del guión. Nosotras recibíamos las nuevas propuestas, las trabajábamos, enviábamos otras nuevas. Fue un proceso de tres años. En todo este proceso fui construyendo la dirección del proyecto. Pensando en eso, y construyéndolo con las áreas. Para el rodaje la invité a Ro a que ella hiciera una co-dirección, sobre todo por lo que se estaba contando.

RPM: Creo que estamos como aprendiendo todo el tiempo. Trabajamos juntas desde que nos conocimos, una tiene un rol, otra tiene otro y nos vamos acompañando con eso, pero sí sabemos el lugar de la otra y lo que la otra puede dar, y como que nos acompañamos de eso. Ella siempre tomó el rol de la decisión y yo siempre desde una consulta que termina siendo desde el común acuerdo. Eso pasó en todos los procesos de creación. Entonces también vamos encontrando cómo acompañarnos todo el tiempo.

¿Qué esperan que le pase al público? Que lo vea, que lo viva, que lo sienta, porque bueno, es una experiencia de realidad virtual, más allá de que es un formato de serie tradicional…

MBP: Sí, tiene las dos partes. Creo que lo que buscamos con este proyecto es que la gente se cuestione y se replantee cosas que quizás antes nunca había pensado. Sobre todo, con lo que tiene que ver con la discapacidad, pero también con lo que tiene que ver con la adolescencia de hoy en día, con la militancia, con la política, con las identidades, con las sexualidades. Son todas cuestiones sobre las cuales nosotras no tenemos respuestas, pero me parece importante plantear escenarios que existen, mostrarlos, y que la gente después pueda al menos pensar sobre eso, y reflexionar, sacar sus propias conclusiones. Hacer un poco de ruido, mostrar cosas que generalmente no se quieren mostrar, cuerpos diferentes. O sea, estamos trabajando con una actriz que tiene discapacidad, y tiene un cuerpo que no estamos acostumbrados a ver en las pantallas. Y de repente mostrarlo en todo su esplendor, porque Marisa está haciendo un trabajo increíble. Se trata de que la gente vea algo nuevo, ver qué le genera, y por qué. Que se puedan replantear conceptos sobre qué es lo que consideramos bello, qué es lo que consideramos sensual. Bueno, plantear preguntas que sentimos que son actuales y que nos atraviesan.

RPM: Sí, yo creo que hay una búsqueda con eso, o sea acuerdo cien por ciento con todo lo que dice Belu. Personalmente, a mí me genera algo aparte que tiene que ver conmigo. Cuando yo crecí nunca vi en la tele, ni en el cine personas que estuvieran en silla de ruedas. Para mí es muy difícil identificarme con algo. Y lo único que ofrecía el mercado, las únicas imágenes que mostraba el mercado de alguien con silla de ruedas eran las de una persona que la estaba pasando muy mal, y que se quería morir; una persona que era un ejemplo de vida y de superación, y que era todo lo que podía ser. Eso y nada más. Entonces para mí también es como dar una batalla a un proceso de identificación. Y no quiere decir que toda la gente que está en silla de ruedas se puede identificar con el personaje, capaz que no. Pero que haya un camino hacia eso. Nadie puede hablar de lo que no ve y si nosotros no mostramos eso, es imposible que se naturalice. Entonces para mí es empezar también un camino que esperamos que siga. Una ola que genera otras también.

 

También, aprovechamos la oportunidad para conversar con Ezequiel Lenardón, productor ejecutivo de la serie, para que nos comente más acerca de las características del proyecto.

 

¿De qué se trata? ¿Es una serie, una película?

El proyecto es una serie en dos formatos: el primero, en realidad virtual, que es una nueva tecnología en la que el espectador está inmerso en la película; el otro formato es una serie tradicional, como las que estamos acostumbrados a ver en las distintas plataformas online. Lo que busca el proyecto es desdramatizar la discapacidad, también mostrar todo el camino y la exploración que puede tener una joven en estas búsquedas tan apremiantes en el contexto sociopolítico en que vivimos. Por ese motivo, la Escuela Manuel Belgrano se presentó como una de las más interesantes para trabajar, no solamente por su arquitectura, sino por todos los rastros y guiños que los estudiantes van dejando, que también hacen parte de la serie. Es una coproducción internacional con Francia, lo cual ha ayudado en hacer el seguimiento de este proyecto con otros participantes internacionales. Acabamos de recibir un técnico en sonido que viene de Francia, que va a estar supervisando todo el proceso de registro acá con el equipo cordobés. Tenemos un equipo muy lindo y muy grande de gente, pero la actriz principal, Marisol Irigoyen es de la ciudad de Buenos Aires. Ella tiene discapacidad y ha viajado para el rodaje aquí. Esto es super importante por la temática del proyecto, se tratará la temática con personas que vivan la experiencia. Por eso tenemos detrás de cámara, en la codirección a Rosario y también tenemos como actriz principal a una persona que vive con una discapacidad, para que también muestren cuerpos reales, expresiones reales y que la legitimidad de lo que se está diciendo ahí represente a la comunidad de primera mano.

Qué importante lo que resaltabas no sólo el hecho de la locación en cuestión arquitectónica, sino también con toda esa historia simbólica de luchas y reivindicaciones que tiene que ver con una serie que ahonda en eso.

Exactamente, por eso elegí el Manuel Belgrano y aprovecho para agradecer la colaboración inmensa que hemos tenido en el colegio. Desde recibirnos, permitirnos realizar fotos de la arquitectura del lugar para elegir las locaciones y por supuesto abrir las instalaciones en este verano para que viniéramos y lo tomáramos para empezar a trabajar acá. Estamos súper contentos por todo lo que se está viviendo acá.

¿Cuántos capítulos va a tener la serie?

La serie tiene 10 capítulos de los cuales seis son en formato tradicional flat, que se están filmando en simultáneo; y cuatro capítulos que son en realidad virtual, de los cuales, uno sucede íntegramente dentro de la Escuela Manuel Belgrano, por lo cual los espectadores de la serie van a poder estar un rato en el Belgrano, cuando vean la serie.

 

Producción de la entrevista: Martín Sosa.

Fotografías: Cristina Smargiassi / Pini Sclausero.