«Hay presencias, la presencia de los ausentes, herida abierta para siempre.
Los conocidos y los que no. Los intuidos de alguna mirada debajo de la venda. Los indecibles, que necesitan palabras y no las encuentran.

Hay, enorme, silencio. Éste es un intento, fallido, de romperlo. No importa. Sabemos, es la mayor herida que nos dejaron.

Necesitamos construir sentidos con palabras, para restañar huecos que el acido corrosivo del terrorismo de estado le hizo al alma de éste país… a la mía…. y a la nuestra…

Palabras de Ana Illivich – Sobreviviente del ex centro Clandestino: La Perla.

Nos encontramos aquí como cada año para conmemorar a las víctimas de la última dictadura cívico-militar, eclesiástica y empresarial que comenzó, en nuestro país, aquel 24 de marzo de 1976 y que vio su final en las elecciones democráticas de 1983.
Nos encontramos para recordar, para hacer memoria… pero… ¿Cómo se hace la memoria? ¿Por donde se empieza y hasta donde es necesario decir? ¿como se explica a los ojos del presente que nuestra escuela vivio el terrorismo de estado en primera persona? Nombrar es una práctica que pone a la memoria en movimiento ¿Cómo narrar que hubo una generación de estudiantes, como los son uds ahora, que poblaron éstas aulas, jugaron en estos patios, que caminaron estos pasillos y que hoy ya no están porque fueron perseguidos y asesinados por un estado terrorista?
Fueron y siguen siendo las madres y las abuelas, junto a tantos otros organismos de derechos humanos, el farolito guía que puso luz a tantas sombras, que abrieron el camino a reconstruir la historia que aún duele. Son abuelas y madres las que nos enseñaron que la insistencia por amor nos transforma y logra calar profundo hasta que una nieta o un nieto se reencuentra con su familia y recupera la identidad. Y la verdad sale a flote. Y seguimos insistiendo por todes les que aún nos faltan.
A 40 años de democracia queremos rendirles homenaje y defender la memoria a les 25 compañeres desaparecides de la escuela Manuel Belgrano.
Nos proponemos reflexionar con compromiso activo, sobre nuestro pasado reciente y también sobre las permanencias y las continuidades que dejó la dictadura en nuestros territorios de la América del SUR.
¡Son 30400 las razones que hoy nos convocan a hacer memoria!»

(Comunicado compartido por la Comisión Interclaustros de Derechos Humanos de la ESCMB)